Me haces reír, me haces llorar

Esta vida esta llenas de ironías, de ilógica, de momentos llenos de contra sentidos, de sentimientos y respuestas contra puestos, de risas que esconden lagrimas, de tristezas llenas de esperanzas...

La felicidad es tan dependiente de otras cosas como las canciones lo son de las notas musicales que la crean. La felicidad tiene sus pilares en personas, amores y amistades, en logros y sueños por cumplir....

Como si la felicidad se tratara de un edificio que se sostiene con unos pilares, y estos mientras no fallen este edificio seguirá en pie, pero no siempre estos soportes estarán o no sostiene nuestra felicidad como esperamos. Hay algunos pilares que sostienen mas pesos y si cae ese seguramente los demás no puedan y acaben cayendo la construcción. Lo mismo pasa con nuestra felicidad, cuando ese pilar maestro cae lo más seguro es que nos hundamos, y los demás pilares no puedan animarnos. Pero este pilar cuando funciona correctamente, es capaz de sostener todo el edificio que es la felicidad, sin importar que caigan los demás pilares.

Igual podemos estar felices cuando es el pilar principal de la felicidad esta, y nada nos puede hacernos caer en la amargura y el llanto. Pero si cae caeremos en esa tristeza, y soltaremos lagrimas igual que el edificio suelta una nube de polvo al caerse. De ahí la ironía de la vida, que una misma cosa pueda hundirnos o levantarnos, todo esto es como esa chica enamorada, que mientras todo vaya bien con su amado ser feliz, sonriera, pero si algo pasara, su felicidad se disiparía y se hundiría en la tristeza. Pero si caemos seguro que tendremos a alguien intentando reconstruir ese pilar o construyendo otro para vernos más alegres. Así que debemos tener cuidado con que llenamos nuestros pilares de la felicidad, porque si uno cae no tenemos por qué caer con él. Por que una simple persona nos puede hacer reír o hacer llorar.